La prostitucion a formado parte de nuestra cultura desde los tiempos inmemoriables del hombre, puesto que ha estado presente a cada paso que damos y en cada esquina se puede tener acceso a ella, No obstante que la prostitución se ha practicado en todas las sociedades, en muchas ocasiones es difícil tener una imagen clara de su papel e importancia en una determinada cultura ya sea por falta de conocimientos históricos o por los simples tabús que existen en nuestra sociedad actual
La palabra tlatlamiani provine del vocablo náhuatl que quiere decir "las que hacen feliz", no sufrían discriminación pues se las consideraba "respetables porque cumplían una labor dentro de su estructura social",explicó el arqueólogo Eduardo Merlo.
Una de las más famosas entre ellas fue Marina, también conocida como La Malinche o Malintzin, era una muchacha india del pueblo de Tlaxcala, México, que traicionó a su pueblo esta mujer que fue amante y traductora de Cortés a su llegada a las costas de Veracruz en1521.
Merlo que ha realizado un extenso estudio sobre la vida de estas mujeres que vivieron en el México prehispánico señala que las tlatlamiani eran muy importantes sobre todo en la guerra, porque acompañaban a los soldados, de esa manera evitaban que violaran o raptaran a las mujeres de los pueblos conquistados. Si lo hacían eran castigados terriblemente e incluso se les llegaba a matar delante de la comunidad, como se hace hoy en día en algunas comunidades de nuestro México actual.
Las alegradoras o las prostitutas recibían dobles honorarios pues eran pagadas por el Estado por su servicio y también por los propios usuarios que recibían sus favores sexuales.
Incluso Fray Bernardino de Sahagún describe a las prostitutas con detalle: “púlese mucho, báñase todos los días, perfúmase, se pone flores, se viste muy elegante, perfuma su aliento con una especie de tabaco perfumado. Se le mira en la encrucijada de los caminos mascando tzictli (chicle) y guiñando el ojo…”
También en palabras del propio Merlo las "alegradoras", como las deidades, eran las únicas que usaban sandalias y siempre llevaban el cabello lacio, como se representó en los códices a "La Malinche".
Cabe destacar que las tlatlamiani nunca contraían matrimonio y que eran respetadas por las mujeres del pueblo y si alguien les faltaba al respeto eran castigados en su momento en frente de la comunidad en cambio a las mujeres que ejercían la prostitución a escondidas de la sociedad prehispánica se les consideraba huilas o palomas y eran mal vistas, por lo tanto marginadas por la comunidad del pueblo.
Incluso el muralista mexicano Diego Ribera represento a la Malinche en uno de los murales sobre la vida del México prehispánico que se pueden ver en el Palacio Nacional, en la capital del país.
Ya para concluir daré a conocer que Actualmente en puebla se encuentra una expocision sobre la vida de estas mujeres, luego de exhibirse en Puebla, donde estará hasta fines de mayo, la muestra se presentará en los estados de Yucatán y Chiapas, y en 2008, en Nuevo México y Nueva York, Estados Unidos
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