jueves, 19 de junio de 2014

CAJA DE PANDORA.

Camila danzaba en mi habitación, algunas veces presurosa otras explorando entre los libros que ya hacen en el piso empolvados. A ella le gusta entrar a mi mundo y jugar en el, no le importa que aya libros tirados en el piso o a dentro del armario o que la cama este destendida. al contrario para mi gatita camila es un mundo de aventuras. 

 hoy en la mañana por ejemplo mientras yo trataba de encontrar un pantalón entre toda la ropa que ya hacia rebuela en los estantes del armario; ella entro con el sigilo de una gacela y sin querer movió una cajita negra que estaba en el rincón mas oscuro, ahí donde uno suele esconder lo que mas le hace daño y que no queremos desearnos de esos recuerdos pero tampoco deseamos saber de ellos. de todas formas la cajita rodó asta mis pies y al verla tube un miedo por saber su contendió. sin embargo no recordaba muy bien que era lo que guardaba tan celosamente.

al abrirla mi corazón se detuvo por un instante donde pareciera que paso un siglo para después desbocarse al ir abriéndola poco a poco. siete es el numero de cartas que guardaba tan celosamente hace tres años. tres años que no veía sus líneas ni recordaba su tinta tan bien escrita. 

desdoble con cuidado cada hoja y la devore tratando de  encontrar o de entender cada palabra cada linea, cada estrofa, cada oracion empero solo atinaba a dibujar una lebe sonrisa asta que llege al fatidico siete; al empesar la lectura una perla asomo por la ventana del alma y rodo asta el nacimiento de mi boca, probe su sabor amargo y saldo. pero sobre todo probe la miel de esa carta tan prolijia y elaborada, no era una carta de despedida ni de un final. era mas bien un asta pronto, un nos volveremos a encontrar en este camino llendo de hiel tan lleno de nosotros y siempre sera de nosostros.  

.... el pliege de tus piernas sobre las mias, el camino entre tierras desconocidas
 hacia la estrella de tu sexo 
el destello de un par de luciernagas
 son el abismo indeleble de tus ojos.

dos volcanes en erupsion son tus senos
 el recorido humectante en tu ombligo, el centro de la tierra.
el nectar de tu vientre es el fluido que deleita 
el extaciado sabor a miel en la cabidad de mi boca 

con amor eterno para veronica la mujer inesperada, el fluido de mis venas .


   flauco