En la clase de nueva España con la profesora Clara García Sáenz, se nos cuestiono que es Mezo América. Pues bien mezo América no tiene una definición como tal ya que son varios los historiadores y antropólogos que le dan diferentes definiciones; sin embargo una muy acertada es la siguiente: es el término con que se denomina la región del continente americano que comprende aproximadamente el sur de México (a partir de una línea que discurre desde el rió Fuerte, baja hacia el sur hasta los valles del Bajío y luego sigue con el rumbo norte hasta el río panuco), y los territorios de Guatemala, el salvador , Belice , y las porciones occidentales de honduras , nicaragua y costa rica. Se trata de una macro región cultural de gran diversidad étnica y lingüística, cuya unidad cultural se basa en aquello que Paul Kirchhoff definió como el complejo mesoamericano. Entre otras cosas el complejo incluye la agricultura. El complejo mesoamericano sirvió como herramienta teórica para distinguir a los pueblos de la región con respecto a otras macrorregiones culturales que los circundaban, como Aridoaméricay Oasisamérica. El primero de estos términos también fue acuñado por Kirchhoff. En las fuentes de habla inglesa, ambas macrorregiones son agrupadas en el Suroeste estadounidense (que en ocasiones incluye erróneamente como periféricas a las culturas del Bajío o el Norte de Mesoamérica).
Es bien cierto que la homogeneidad del proceso civilizatorio mesoamericano ha sido discutida, especialmente por autores de origen anglosajón como Michael D. Coe. En sus críticas, estos autores esencializan las diferencias entre los diferentes pueblos que habitaron la región (por ejemplo, al establecer una distinción entre lo que llaman México —aunque México sea una entidad moderna nacida en el siglo XIX— y el Área Maya, como hace Coe, 1996: introducción). Sin embargo, desde los enfoques teóricos empleados por arqueólogos y antropólogos como Palerm (1972), López Austin y López Luján (1996), o Duverger (1994), tienen prioridad las características culturales que pueden encontrarse en las diversas áreas culturales que engloba la macrorregión mesoamericana. La difusión de dichos rasgos culturales se debe a la interacción las diversas etnias que vivieron en ese territorio durante una historia de milenios.
A modo de aclaración, hay que señalar que en este artículo se han privilegiado los enfoques de estos últimos trabajos en la medida en que permiten tener un panorama amplio de la civilización mesoamericana. Las especificidades de cada período y cultura podrán ser revisados en los artículos correspondientes, contenidos en la Categoría:Mesoamérica, y que también son enlazados desde el texto que abajo se presenta. Por otra parte, hay que aclarar también que algunos nombres de las deidades, culturas y sitios han sido escritos en su versión española adaptada del náhuatl, en tanto que de ese modo son más conocidos en el mundo académico. Ello no quiere decir que todos los pueblos mesoamericanos hablaran náhuatl. De hecho, el uso de la lengua en Mesoamérica sólo se hizo intensivo a partir del siglo X, con la llegada de los pueblos teochichimecas y posteriormente de los toltecas y mexicas (éstos últimos, creadores del Estado más extenso que haya conocido Mesoamérica precolombina).
Es bien cierto que la homogeneidad del proceso civilizatorio mesoamericano ha sido discutida, especialmente por autores de origen anglosajón como Michael D. Coe. En sus críticas, estos autores esencializan las diferencias entre los diferentes pueblos que habitaron la región (por ejemplo, al establecer una distinción entre lo que llaman México —aunque México sea una entidad moderna nacida en el siglo XIX— y el Área Maya, como hace Coe, 1996: introducción). Sin embargo, desde los enfoques teóricos empleados por arqueólogos y antropólogos como Palerm (1972), López Austin y López Luján (1996), o Duverger (1994), tienen prioridad las características culturales que pueden encontrarse en las diversas áreas culturales que engloba la macrorregión mesoamericana. La difusión de dichos rasgos culturales se debe a la interacción las diversas etnias que vivieron en ese territorio durante una historia de milenios.
A modo de aclaración, hay que señalar que en este artículo se han privilegiado los enfoques de estos últimos trabajos en la medida en que permiten tener un panorama amplio de la civilización mesoamericana. Las especificidades de cada período y cultura podrán ser revisados en los artículos correspondientes, contenidos en la Categoría:Mesoamérica, y que también son enlazados desde el texto que abajo se presenta. Por otra parte, hay que aclarar también que algunos nombres de las deidades, culturas y sitios han sido escritos en su versión española adaptada del náhuatl, en tanto que de ese modo son más conocidos en el mundo académico. Ello no quiere decir que todos los pueblos mesoamericanos hablaran náhuatl. De hecho, el uso de la lengua en Mesoamérica sólo se hizo intensivo a partir del siglo X, con la llegada de los pueblos teochichimecas y posteriormente de los toltecas y mexicas (éstos últimos, creadores del Estado más extenso que haya conocido Mesoamérica precolombina).