jueves, 4 de septiembre de 2008

La Musa...

LA MUSA VENAL

Oh, musa de mi corazón, amante de los palacios,
¿Tendrás tú, cuando Enero suelte sus Bóreas,
Durante los negros tedios de las nevadas veladas,
Un tizón para calentar tus dos pies violáceos?

¿Reanimarás, pues, tus hombros marmóreos
En los nocturnos rayos que atraviesan los postigos?
Sintiendo tu bolsa tan seca como tu paladar,
¿Recogerás tú el oro de las bóvedas azúreas?

Necesitas, para ganar tu pan de cada día,
Como un monaguillo, manejar el incensario,
Entonar Te Deum en el que nada crees,

O, saltimbanqui en ayunas, desplegar tus encantos
Y tu risa humedecida de lágrimas invisibles,
Para dilatar las carcajadas de la vulgaridad

BAUDELAIRE

A Verónica Alejandra, mi único amor, mi jadecito, a la delicadeza de un poema que nunca podrá ser manchado.

Ahora, creo yo, que es tiempo descifrar el misterio de este poema que seguro estoy trae consigo recuerdos lindos.

“Todos los poemas tienen lobos, todos. Menos uno, el más bello de todos. Ella baila danzante en un aro de fuego y esquiva el reto con indiferencia”

J. Morrisón

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