miércoles, 22 de septiembre de 2010

lobo estepario


Hoy deseo escribir sobre un personaje extraño en mi vida que entro a ella sin un permiso o un pasaporte.


Este personaje es un tanto enigmático y extraño, aunque debo de confesar que a pesar del poco tiempo que le he tratado se puede decir que se “casi todo de; el” y digo casi; porque a poco más o menos de tres meses de conocerle no sé nada en realidad, salvo lo que él me ha confiado sobre sus andanzas en esta vida.


La forma en que lo conocí no fue la convencional que suele suceder; cundo un conocido te presenta a alguien… -no- a él lo conocí por asares de la vida en un autobús, desde el primer momento que le vi a través del cristal me impacto su presencia desenfadad y despreocupada. Esa imagen que uno suele tener de alguien a quien se le ve por vez primera y que no tiene que ver nada con la realidad inmediata, si no con la realidad a largo plazo.


-Este ser puede y me aventuro a decir que es- un espécimen de esos que uno como mujer suele salir huyendo de su presencia y sin embargo yo me he quedado anonadada con cada una de sus charlas a las cuales le suele poner un toque de ironía, pero sobre todo de gusto por lo que ha hecho… nunca he visto a un niño contando sus andanzas o travesuras; como ha este hombre, al cual por cierto no le gusta que le digan niño y mucho menso que lo traten como tal. Y aquí es donde entro en constante conflicto con este ser extraño; puesto que yo no estoy impuesta a comportarme como un adulto, ya que en mis 30 años siempre he mantenido a esa niña interna que tengo muy en el fondo de mi alma y a la cual odio renunciar cuando nos llegamos a ver.


Sin embrago, sus ojos muestran una gran tranquilidad y a veces puedo ver a un niño en ellos, aunque la mayoría de las veces trata de esconderle, no sé si por la vida que ha llevado, vida que a mi parecer no ha sido fácil, pero siendo sinceros que vida es fácil y sencilla, muchas de las veces uno tiene opiniones encontradas sobre estos seres que llegan a la antesala de nuestra alma y que se han quedado ahí sin previo aviso. Y la mayoría de las veces uno suele reflexionar y decir–CARAJO- como es que llego y se quedo aquí?, por cuanto tiempo estará?, cundo será el día que salga de esta antesala?, que pasara el día de mañana cundo decida salir por donde entro? y de repente; nos damos cuenta que eso es lo que menos importa, porque así como llego; así se irá sin dar más explicaciones que un simple silencio que se quedara por algunos días en ese vestíbulo de la vida y que pasado algún tiempo prudente y en un abrir y cerrar de ojos te darás cuenta que solo formara parte de una pequeña molécula de tu vida… y hasta puede suceder que no recuerdes su nombre.


Y de repente nos damos cuenta que este ser que tiene nombre, ya forma parte de tu vida y te das cuenta de ello cuando comienza a entablar amistad con tus amistades, o cundo algún miembro de tu familia sabe de su existencia. Este creo yo que es un foco rojo donde uno debe de hacer una reflexión y decir –bueno- el está aquí y ahora, mañana no sabré ha donde le lleve el viento o si simplemente un día desaparezca así como llego… o en el peor de los casos se instale permanentemente en tu vida y aquí hago un paréntesis ( ruego por que no sea así), no porque considere que no válgala pena, siempre he dicho que todo ser vivo lo vale y vale la pena lanzarse sin un paracaídas a una aventura, pero siendo sinceros este ser humano es como el agua, necesita estar en un constante movimiento, sino se llegara a secar como esos charcos que la lluvia suele hacer en una tarde de otoño.


En este caso me atrevo decir que es de esos seres que han llegado a la saleta de mi vida… que solo permanecerán unos instantes, puesto que son como el viento de verano que suele desaparecer con la llegada del otoño; dándole paso a una renovación de hojas que saldrán de nuestra vida donde quedaron solo los recuerdos de un ser extraño, que un día de verano llego rescatando mi alma de una pesadilla de la cual a un no suelo despertar…


No deseo revelar su nombre porque no lo considero relevante, solo atinare a decir que le hace honor a su segundo apellido LUNA, sencillamente es como esta regia estrella, volátil e inalcanzable como el murmullo del cocuyo que surca el aire en una noche de luna llena.


Hoy me pregunto y creo saber cual es ya la respuesta; si es que este ser extraño ya salió de mi antesala y siguió su camino, si es así diré que fue una mañana de un Lunes lluvioso y gris asió que es tan característico de este otoño que se ha asentado en estos días … hoy este escrito esta dirigido a este cuasi amigo, digo cuasi porque aria mal en decir que es mi hermano como lo son otros tantos seres que llegaron y se han quedado en mi antesala de la vida… sin embargo este extraño es el espécimen o mejor dicho el eslabón perdido en una cuasi amistad que quedara inconclusa, porque simplemente él no tiene amigos puesto que vive en una comadrería donde él suele ser un lobo solitario desconfiado asta de su propia sombra.


Y es aquí donde uno suele reflexionar la mayoría de las veces y pensar que es una constante en nuestras vidas; ser como esos lobos esteparios donde la comadrería solo se da para dos cosas: la sobrevivencia, y la reproducción animal.


Como parte de estos lobos y digo como parte porque; a base de duros tropezones me he convertido en uno de ellos, me niego a creer que este ser extraño desaparezca un día como otros tantos han desaparecido de la antesala de mi vida, sin embargo los otros lobos esteparios están ahí en otro espacio astral, donde las alianzas y los caminos un día se volverán a unir.


Tal vez esto se vea como una despedía o una declaración y –si- son las dos cosas son una despedida a tantas cosas y una declaración a la vida misma que a veces se niega a darnos una rayito de esperanza a los desterrados y desarrapados de una sociedad que emerge en medio de un caos civil que por ende nos reconforta o consuela con seres extraño que se conocen en un autobús que para colmo de males; va retrasado en el camino de la vida.


Este pequeño texto iba dirigido en un principio a una sola personita al final creo yo que va dirigido a todos aquellos que llegan a ver la vida desde una perspectiva visceral y bizarra como yo la vi un día 21 de junio del 2010, cundo por vez primera me enfrente con una ola de realidad sugestiva que vi en el alma de un lobo estepario que prefiere devorar a ser devorado.

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