La formación
geográfica de México.
Veronica Alejandra Varela Flores.
Lic. Historia.
UAMCEH-UAT
Carlos Herrerón Peredo
(coordinador). (2011). La formación geográfica de México. Tomo 1. México. CONACULTA.
El
objetivo de este libro es la de abordar la creación sobre la conciencia sobre
el espacio nacional en México. Si bien el libro
no es una historia de la geografía en México, sino más bien una descripción
de la forma en cómo se fue desarrollando la idea del espacio entre los siglos.
XIX y XX. En donde han intervenido en diferentes niveles los académicos, los viajeros, las instituciones, el gobierno y
las escuelas. Para tal fin esta obra reúne trabajos de geógrafos e
historiadores que tienen la finalidad de responder como la geografía ha
contribuido a forjar el ideario el espacio de la nación en los siglos antes
mencionados.
Muchas
veces nos referimos a la idea del espacio; como el referente original de la
nación, de la patria grande, de la patria chica. Es el gran escenario donde
todo acontece, es algo que nos pertenece a todos; es el patrimonio con el que
cada uno de nosotros nos identificamos ya que no es un espacio inerte sino más
bien un espacio interactivo donde cada uno fluye de una manera diferente. Para
Carlos Herrejon Peredo el espacio-patrimonio, no es una abstracción: es la
confluencia de naturaleza y sociedad, es otro actor de la historia.
Lo
tanto, la construcción del espacio aquí planteada debe de poner en práctica la
intervención de lo imaginario, de lo concreto, de lo individual, de lo
colectivo y de lo cultural; en el contexto socio-histórico.
El
abordaje ha sido desde la geografía, con el apoyo de otras disciplinas y
testimonios que contribuyen a ponderar los espacios del país, (nacional,
regional y territorial) por lo que a lo
largo de estos 200 años se puede apreciar la formación geografía de México. Sin
bien el tema es extenso aquí solo se plantean algunos rasgos del horizonte en
el que se perfila la construcción de la identidad nacional así como la
identidad regional de los mexicanos.
La
obra que coordina Herrejon está compuesta por seis textos que son los
siguientes: Salvador Méndez Reyes abre con el trabajo “Instituciones, obras y
viajeros”; le sigue Salvador Álvarez con “Patrimonio territorial y frontera: la
visión del estado mexicano en el siglo XIX” y Luis Felipe Cabrales Barajas
presenta el texto “Las panorámicas urbanas mexicanas. Representación del
paisaje cultural”. Por su parte, Carlos Téllez Valencia participa con el
trabajo intitulado “Conocimiento geográfico, organización territorial y
educación en el siglo XX”; Omar Moncada Maya y Patricia Gómez Rey con
“Patrimonio geográfico de México” y Pastor Gerardo González Ramírez cierra este
volumen con “El INEGI, la población y la cartografía”. Esto seis textos nos
permiten conocer los principales acontecimientos nacionales que han forjado
nuestro espacio geográfico lo largo de los siglos XIX y XX. Empero estos seis
textos apenas vislumbran algunas ideas sobre el espacio nacional quedando aun;
un largo camino por andar en la identificación de su ideario e imaginario.
Por
lo que con toda la información que da fe de los siglos antes mencionados y
sobre todo de la gran diversidad geográfica de nuestro país, los diferentes
documentos aquí presentados solo llegan a confirmar lo antes ya señalado sobre
nuestro espacio geográfico; por lo que los diferentes historiadores y geógrafos
se dan a la tarea de darnos a conocer en sus diferentes textos como es que se
fue integrando la noción del espacio geográfico; por lo que a continuación se
hace una breve descripción de los seis textos de cada uno de estos geógrafos e
historiadores.
Salvador
Méndez, historiador del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el
Caribe de la UNAM, por ejemplo, al mismo tiempo que aborda las instituciones,
obras y viajeros que produjeron el conocimiento geográfico del México
decimonónico, resalta las necesidades de este conocimiento sentidas por intelectuales
de la época. También da testimonio de valoraciones, percepciones, imágenes
sobre los lugares, recursos naturales, clima, relieve, paisajes, distancias
atravesadas por los viajeros durante sus trayectos y estancias. Por su parte,
Salvador Álvarez, historiador del Centro de Estudios Rurales de El Colegio de
Michoacán, muestra algunas visiones e ideas sobre el espacio de la nación: la
visión que se tenía en el siglo XIX de la Nueva España como una de las “joyas
de la Corona”; la conciencia nacional de un territorio difuso e impreciso del
recién México independiente; la idea geográfica de la jurisdicción de la
provincia de Nuevo México como muy extensa, entre otras.
Luis
Felipe Cabrales, geógrafo de la Universidad de Guadalajara, fundamentándose en
una geografía cultural, analiza las panorámicas urbanas mexicanas para
identificar los patrones de significación del paisaje y su papel en las
relaciones sociales, acercándose significativamente al objetivo de esta obra.
Plantea, entre otros interesantes aspectos, que “las representaciones
paisajísticas son creaciones culturales que desarrollaron un destacado papel en
la construcción de un imaginario nacional”, que dotan de una memoria colectiva
ligada a un sentimiento de identidad que conserva en su paisaje signos que
conforman territorios, esto de suma pertinencia una vez que el país se había
independizado de España y aspiraba a construir las bases para lograr mejores
condiciones sociales y materiales. El texto de Carlos Téllez, geógrafo del
Centro de Estudios de Geografía Humana de El Colegio de Michoacán, a partir de
los “conocedores y hacedores” de geografía afirma, entre otras cosas, que una
de las grandes virtudes del campo de la geografía ha sido la posibilidad de
ordenar, sintetizar y representar la realidad en un mapa, lo que ofrecía
comodidad para el ejercicio de poder y las políticas de gobierno en los
distintos territorios del país. J. Omar Moncada y Patricia Gómez, geógrafos del
Instituto de Geografía y de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, enuncian
el valor y significado de la producción geográfica académica positivista que se
plasmó en la identificación y reconocimiento de los bienes naturales que
conforman parte del patrimonio geográfico de México. De igual forma, Pastor
Gerardo González, geógrafo del INEGI, manifiesta que los mapas han servido para
generar conciencia y sentido de pertenencia respecto a nuestro territorio y
nación, están llenos de símbolos con significados para cada uno de nosotros.
Para
finalizar cabe especificar que la formación
geográfica de México es una obra que va dirigida para estudiantes y académicos que estén relacionados
con el estudio de las ciencias sociales, la geografía y la historia de nuestro
país; así mismo su lectura; es una lectura que es de fácil comprensión. Pero
también es una obra que va dirigida a todo mexicano que esté interesado en cómo
se fue danto la integración geográfica y la vida sociopolítica. Así mismo estos
seis textos van de menos a más; lo que no aborda uno de los investigadores lo complementa
el otro. Abarcando así entre todos la necesidad de cubrir desde la época
virreinal hasta el 2010.
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